escudo normalista
miércoles, 12 de noviembre de 2008
PARA EMPEZAR TENER EN CUENTA:
es primordial señalar que la literatura alemana es saludable sobre todo en el área de la narrativa. Sin embargo, la fortaleza de la poesía que se hace en la República Federal de Alemania resulta desconocida, sobre todo entre los españoles por las notorias dificultades que existen para traducir la lírica. Un gran esfuerzo para salvar esta barrera ha sido realizado por Felipe Boso, escritor español que acaba de presentar en Madrid una antología de veintiún poetas alemanes de las tendencias más diversas.
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POEMAS
CON MOTIVO DE LA LLEGADA DE UN AMIGO
Oh, amigo mío, el de las largas piernas,
El de las largas piernas de progreso.
¿Por qué a París tan azorado vienes?
¿Qué hay tras el Rhin de nuevo?
¿Ha sonado por fin en nuestra patria
De libertad el salvador acento?
Todo va a maravilla: en nuestra patria
Hay paz fecunda, bendición del cielo;
Y Alemania, con pie firme y seguro,
Con pacíficos medios,
En lo exterior y en lo interior su vida,
Poco a poco, con calma, va extendiendo.
Prósperos somos, sí; no la de Francia
Prosperidad superficial tenemos,
Donde la libertad va destrozando
El exterior progreso:
Su libertad el alemán no lleva
Sino de su alma en los profundos senos.
Ya acabóse la iglesia de Colonia;
De Hohenzollern al linaje excelso
Debemos tal merced; Halzbourgo un poco
Contribuyó a tal hecho,
Y un rey de Wittelsbach fue el encargado
De hacer pintar los vidrios con esmero.
Leyes, constitución y libertades,
Con palabra del Rey nos prometieron,
Y del Rey la palabra soberana
Joya es de tanto precio,
Cual de los Niebelungos el tesoro
Que del Rhin enterrado está en el lecho.
El libre Rhin, el Bruto de los ríos,
Que nadie ha de robarnos en su anhelo,
Los holandeses graves lo sostienen
Por las plantas sujeto,
Y los suizos pacíficos lo guardan
Por la altiva cabeza prisionero.
Dios también una flota nos regala;
De una armada alemana, ya hablaremos;
Y la sobra de vida de la patria
Ya sobre barcos nuestros
Se extenderá gallarda y altanera,
De corrección las casas suprimiendo.
Llegó la primavera; la flor brota,
Los gérmenes estallan ante el viento;
Respiremos pacíficos y libres,
De la naturaleza libre en medio;
Y como nuestros libros se prohíben
Antes de estar impresos,
Seguramente dejará bien pronto
La censura cruel de ser un hecho
Oh, amigo mío, el de las largas piernas,
El de las largas piernas de progreso.
¿Por qué a París tan azorado vienes?
¿Qué hay tras el Rhin de nuevo?
¿Ha sonado por fin en nuestra patria
De libertad el salvador acento?
Todo va a maravilla: en nuestra patria
Hay paz fecunda, bendición del cielo;
Y Alemania, con pie firme y seguro,
Con pacíficos medios,
En lo exterior y en lo interior su vida,
Poco a poco, con calma, va extendiendo.
Prósperos somos, sí; no la de Francia
Prosperidad superficial tenemos,
Donde la libertad va destrozando
El exterior progreso:
Su libertad el alemán no lleva
Sino de su alma en los profundos senos.
Ya acabóse la iglesia de Colonia;
De Hohenzollern al linaje excelso
Debemos tal merced; Halzbourgo un poco
Contribuyó a tal hecho,
Y un rey de Wittelsbach fue el encargado
De hacer pintar los vidrios con esmero.
Leyes, constitución y libertades,
Con palabra del Rey nos prometieron,
Y del Rey la palabra soberana
Joya es de tanto precio,
Cual de los Niebelungos el tesoro
Que del Rhin enterrado está en el lecho.
El libre Rhin, el Bruto de los ríos,
Que nadie ha de robarnos en su anhelo,
Los holandeses graves lo sostienen
Por las plantas sujeto,
Y los suizos pacíficos lo guardan
Por la altiva cabeza prisionero.
Dios también una flota nos regala;
De una armada alemana, ya hablaremos;
Y la sobra de vida de la patria
Ya sobre barcos nuestros
Se extenderá gallarda y altanera,
De corrección las casas suprimiendo.
Llegó la primavera; la flor brota,
Los gérmenes estallan ante el viento;
Respiremos pacíficos y libres,
De la naturaleza libre en medio;
Y como nuestros libros se prohíben
Antes de estar impresos,
Seguramente dejará bien pronto
La censura cruel de ser un hecho
.
LA DIANA
Bate sin miedo el tambor,
Y abraza a la cantinera:
He aquí la ciencia entera;
Esta, del libro mejor,
Es la acepción verdadera.
Que de tu tambor el ruido
Despierte al mundo dormido:
Toca con ardor diana.
¡Adelante, siempre erguido!
Es la ciencia soberana.
De Hegel es el profundo
Sentido más acabado;
Lo aprendí, y está probado:
Soy un muchacho de mundo,
Y un tambor aprovechado.
Bate sin miedo el tambor,
Y abraza a la cantinera:
He aquí la ciencia entera;
Esta, del libro mejor,
Es la acepción verdadera.
Que de tu tambor el ruido
Despierte al mundo dormido:
Toca con ardor diana.
¡Adelante, siempre erguido!
Es la ciencia soberana.
De Hegel es el profundo
Sentido más acabado;
Lo aprendí, y está probado:
Soy un muchacho de mundo,
Y un tambor aprovechado.
NUEVA PRIMAVERA
En su amor la mariposa
Vuela de la fresca rosa
Sobre el cáliz perfumado;
Un rayo del sol ardiente
La baña amorosamente
Con su resplandor dorado.
Pero ¿a quién ama la rosa?
¿Quién el amor de la hermosa,
Quisiera saber, merece?
¿Es el ruiseñor que canta?
¿O el astro que se levanta
Cuando la tarde decrece?
No sé a quién la rosa adora:
Pero mi pecho atesora
Para todos tierno amor;
Para todos, rosa bella,
Rayo de sol, clara estrella,
Mariposa y ruiseñor.
En su amor la mariposa
Vuela de la fresca rosa
Sobre el cáliz perfumado;
Un rayo del sol ardiente
La baña amorosamente
Con su resplandor dorado.
Pero ¿a quién ama la rosa?
¿Quién el amor de la hermosa,
Quisiera saber, merece?
¿Es el ruiseñor que canta?
¿O el astro que se levanta
Cuando la tarde decrece?
No sé a quién la rosa adora:
Pero mi pecho atesora
Para todos tierno amor;
Para todos, rosa bella,
Rayo de sol, clara estrella,
Mariposa y ruiseñor.
.
RETRATO
Ternura móvil que enraizó a mi lado,
niño grande sin nombre y sin alero;
huésped del sueño en cuerpo verdadero,
oscuro corazón iluminado.
Pago del día, saldo del pasado,
dulce heridor y hábil curandero;
mina de venas rotas y venero
que sin reserva da lo que he buscado.
Su silencio tan largo tiene ahora
pájaros irisados y despiertos
bajo una luz madura y vencedora.
De cenizas llegó su forma alzada,
y en rumbos de la sangre su llamada
devuelve la palabra de los muertos.
Ternura móvil que enraizó a mi lado,
niño grande sin nombre y sin alero;
huésped del sueño en cuerpo verdadero,
oscuro corazón iluminado.
Pago del día, saldo del pasado,
dulce heridor y hábil curandero;
mina de venas rotas y venero
que sin reserva da lo que he buscado.
Su silencio tan largo tiene ahora
pájaros irisados y despiertos
bajo una luz madura y vencedora.
De cenizas llegó su forma alzada,
y en rumbos de la sangre su llamada
devuelve la palabra de los muertos.
SIRENA
Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.
El canto suelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.
No es el tritón quien le transforma el pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.
Un hombre, nada más... Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allí se arrastra dulcemente en guerra.
Va sobre espuma alzada, casi en vuelo,
sin rozar el navío ni la roca
y la distancia abierta la provoca
un doloroso afán de agua y de cielo.
El canto suelto, desflecado el pelo,
de la tierra inocente, grave y loca;
encendidos los sueños y en la boca
la extraña sangre de una flor de hielo.
No es el tritón quien le transforma el pecho,
ni el querubín se inflama entre sus labios
para beber después llanto deshecho.
Un hombre, nada más... Con brazos sabios
la tiende sobre el peso de la tierra
y allí se arrastra dulcemente en guerra.
ROSA
Color redondo, carne dulce y fina,
abierto corazón de primavera;
llama fugaz en tierra pajarera,
columna de evidencia matutina.
Goce de abril, inútil bailarina
de la sangre y la luz en la frontera,
comunicada con la vida entera
por el silencio amargo de la espina.
Externa y pura, mas del lodo alzada.
En el cristal cautiva y condenada sin alar
de se dobla o se refleja.
Basura de agonía cuando acabe...¡
Y mi lengua extraviada que no sabe
el idioma del duende y de la abeja!.
Color redondo, carne dulce y fina,
abierto corazón de primavera;
llama fugaz en tierra pajarera,
columna de evidencia matutina.
Goce de abril, inútil bailarina
de la sangre y la luz en la frontera,
comunicada con la vida entera
por el silencio amargo de la espina.
Externa y pura, mas del lodo alzada.
En el cristal cautiva y condenada sin alar
de se dobla o se refleja.
Basura de agonía cuando acabe...¡
Y mi lengua extraviada que no sabe
el idioma del duende y de la abeja!.
RETO
Maduro fuego por azar cautivo
en el estrecho cauce de mis venas.
Brazo de afán helado entre cadenas,
rostro de ayer presente en sueño vivo.
Paloma del zarzal y del olivo
que a perseguir tu vuelo me condenas.
Fuente, sobre la sed de las arenas,
negándose a mi tallo sensitivo.
Como lleva la noche al sol distante
y el párpado cerrado los colores,
así te llevo en pulso palpitante.
Viuda de tu presencia en lo visible,
están en mí tus dádivas mejores
y alzo en forma cabal sangre imposible.
Maduro fuego por azar cautivo
en el estrecho cauce de mis venas.
Brazo de afán helado entre cadenas,
rostro de ayer presente en sueño vivo.
Paloma del zarzal y del olivo
que a perseguir tu vuelo me condenas.
Fuente, sobre la sed de las arenas,
negándose a mi tallo sensitivo.
Como lleva la noche al sol distante
y el párpado cerrado los colores,
así te llevo en pulso palpitante.
Viuda de tu presencia en lo visible,
están en mí tus dádivas mejores
y alzo en forma cabal sangre imposible.
Canción que te hizo dormir
La noche del mundo:
¡qué largos cabellos...!
Los suelta en la torre,
la torre del viento.
Los peina en el valle,
los trenza en el cerro,
los abre en las ramas
frías del almendro.
La noche del mundo:
¡qué oscuro su cuerpo. ..!
En él se transforman
las cosas del suelo:
el lirio descalzose calza de acero;
el loro se vuelvepiedra de silencio;
la errante neblina
ángel medio ciego,
y el naranjo en florun oso de hielo.
La noche del mundo:
¡qué nombre de sueño,
qué barca volante,qué tiempo sin tiempo!
La noche del mundo:
¡qué largos cabellos...!
Los suelta en la torre,
la torre del viento.
Los peina en el valle,
los trenza en el cerro,
los abre en las ramas
frías del almendro.
La noche del mundo:
¡qué oscuro su cuerpo. ..!
En él se transforman
las cosas del suelo:
el lirio descalzose calza de acero;
el loro se vuelvepiedra de silencio;
la errante neblina
ángel medio ciego,
y el naranjo en florun oso de hielo.
La noche del mundo:
¡qué nombre de sueño,
qué barca volante,qué tiempo sin tiempo!
QUIERO IR CON AQUÉL A QUIEN AMO
Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.
Quiero ir con aquel a quien amo.
No quiero calcular lo que cuesta.
No quiero averiguar si es bueno.
No quiero saber si me ama.
Quiero ir con aquél a quien amo.
LECCIÓN DE AMOR
Pero chiquilla, te recomiendo
algo de seducción en los grititos:
carnal me gusta el alma
y con alma la carne.
La castidad no puede rebajar la lujuria;
si estuviese hambriento me gustaría saciarme.
Me apetece que la virtud tenga trasero
y que el trasero tenga sus virtudes.
Desde que el dios aquel cabalgó al cisne
a más de una chica le da miedo,
aunque también sufra con gusto
que él se aferre al canto del cisne.
Pero chiquilla, te recomiendo
algo de seducción en los grititos:
carnal me gusta el alma
y con alma la carne.
La castidad no puede rebajar la lujuria;
si estuviese hambriento me gustaría saciarme.
Me apetece que la virtud tenga trasero
y que el trasero tenga sus virtudes.
Desde que el dios aquel cabalgó al cisne
a más de una chica le da miedo,
aunque también sufra con gusto
que él se aferre al canto del cisne.
LA CUERDA CORTADA
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar,
peroestá cortada.
Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste no
volverás a encontrarme.
La cuerda cortada puede volver a anudarse,
vuelve a aguantar,
peroestá cortada.
Quizá volvamos a tropezar, pero allí
donde me abandonaste no
volverás a encontrarme.
COMO ERA II
Tus penas eran mis penas,
las mías, tuyas.
Si no estabas tú contenta,
yo no lo estaba.
Tus penas eran mis penas,
las mías, tuyas.
Si no estabas tú contenta,
yo no lo estaba.
HOGAR
Cuando resistes la noche solo
algo bebido pero no borracho
a través de nieve y polvaredas y chispas
viniendo de Dios sabe dónde
andas por el camino que va a casa
por el camino-del-adónde,
la gente está tumbada y mira fijamente
en el vacío, pero naturalmente podrían llenarse
de reminiscencias, discursos, apostillas
con los que el tiempo se abre como presente,
pero detrás de él, y delante, está el abuelo
como también los nietos, alternando y compartidos:
¿piensas que en ti había otra cosa,
con mirada e imagen, que la antigua locura?
Cuando resistes la noche solo
algo bebido pero no borracho
a través de nieve y polvaredas y chispas
viniendo de Dios sabe dónde
andas por el camino que va a casa
por el camino-del-adónde,
la gente está tumbada y mira fijamente
en el vacío, pero naturalmente podrían llenarse
de reminiscencias, discursos, apostillas
con los que el tiempo se abre como presente,
pero detrás de él, y delante, está el abuelo
como también los nietos, alternando y compartidos:
¿piensas que en ti había otra cosa,
con mirada e imagen, que la antigua locura?
PALABRAS
Solo: tú y las palabras,
y solo de verdad,clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.Tú les miras el alma,
su primer rostro buscasaños y años - mátate,
no vas a encontrar nada.Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogardonde moran los hombres,
y de labios rosados,cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.Mas tus años
se ajande un modo diferente,hasta los sueños.
Solo: tú y las palabras,
y solo de verdad,clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.Tú les miras el alma,
su primer rostro buscasaños y años - mátate,
no vas a encontrar nada.Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogardonde moran los hombres,
y de labios rosados,cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.Mas tus años
se ajande un modo diferente,hasta los sueños.
DOS SUEÑOS
Dos sueños. El primero preguntaba:
¿cómo es tu rostro ahora?:
¿qué son tus labios? , decía,
¿o aquello a lo que osaste sollozando
a una luz de crepúsculo?
Más claro te veía el otro:
una rosa o un trébol,
tiernos, dulces -un maravilloso
antiquísimo conservador de mundos
de las formas de concha de la mar.
¿Va a llegar aún otro?
Estaría lleno de tristeza:
un sueño de la conchaque ha empezado a brillar,
la concha tomada de las aguas
y llevada a otro mar.
Dos sueños. El primero preguntaba:
¿cómo es tu rostro ahora?:
¿qué son tus labios? , decía,
¿o aquello a lo que osaste sollozando
a una luz de crepúsculo?
Más claro te veía el otro:
una rosa o un trébol,
tiernos, dulces -un maravilloso
antiquísimo conservador de mundos
de las formas de concha de la mar.
¿Va a llegar aún otro?
Estaría lleno de tristeza:
un sueño de la conchaque ha empezado a brillar,
la concha tomada de las aguas
y llevada a otro mar.
OLÍMPICOS
epárate ahora de la fila
de las mujeres que llenan de flores el país entero,
sales, llevas la consagración
de los llamados a lo alto al fuego del amor.
Sepárate de la estirpe y de los tiempos,
de ancestros, pueblos, mezcla y extinción,
ahora eres tú la figura -serenidades,
expectativa, reclamo llevas tú, pero, ¿a quién
esperas para tu escalofrío?,
¿quién te bebe así y quién te reconoció
en tu eternidad de placer y tristeza?
-¿esperas al dios -? Espérame.
epárate ahora de la fila
de las mujeres que llenan de flores el país entero,
sales, llevas la consagración
de los llamados a lo alto al fuego del amor.
Sepárate de la estirpe y de los tiempos,
de ancestros, pueblos, mezcla y extinción,
ahora eres tú la figura -serenidades,
expectativa, reclamo llevas tú, pero, ¿a quién
esperas para tu escalofrío?,
¿quién te bebe así y quién te reconoció
en tu eternidad de placer y tristeza?
-¿esperas al dios -? Espérame.
PALABRAS
Solo: tú y las palabras,
y solo de verdad,
clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.
Tú les miras el alma,
su primer rostro buscas
años y años - mátate,
no vas a encontrar nada.
Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogar
donde moran los hombres,
y de labios rosados,
cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.
Mas tus años se ajan
de un modo diferente,
hasta los sueños: silabas
-mas tú, callado, te vas yendo.
Solo: tú y las palabras,
y solo de verdad,
clarines y arcos de triunfo
no están en este ser.
Tú les miras el alma,
su primer rostro buscas
años y años - mátate,
no vas a encontrar nada.
Y allí lucen antorchas,
en aquel dulce hogar
donde moran los hombres,
y de labios rosados,
cuelga, de labios húmedos,
cual perla, inofensiva, la palabra.
Mas tus años se ajan
de un modo diferente,
hasta los sueños: silabas
-mas tú, callado, te vas yendo.
ESCUCHA
Robo en las noches
Las rosas de tu boca,
Que ninguna mujer te beba.
La que te abraza
Me arranca lo que en mi sobrecogimiento
Pinté en torno a tus miembros.
Soy el borde de tu camino
La que te rozacae desde lo alto.
¿Sientes mi vida entera
Por todas partesComo orla distante?
Robo en las noches
Las rosas de tu boca,
Que ninguna mujer te beba.
La que te abraza
Me arranca lo que en mi sobrecogimiento
Pinté en torno a tus miembros.
Soy el borde de tu camino
La que te rozacae desde lo alto.
¿Sientes mi vida entera
Por todas partesComo orla distante?
OBERTURA
Nos separamos en el preludio del amor...
En mi corazón resplandecía aún clara tu palabra,
Y callados fuimos extinguiéndonos en el torbellino urbano,
Bajo el velo de la tarde del turbio septiembre
En un sollozante acorde.
Así en la breve obertura de amor
Nos esfumamos de esta tierra
A través de paraísos hasta las puertas del cielo-
Y no fueron necesarios los juramentos de amor eterno
Ni los besos del azul y mágico crimen.
Nos separamos en el preludio del amor...
En mi corazón resplandecía aún clara tu palabra,
Y callados fuimos extinguiéndonos en el torbellino urbano,
Bajo el velo de la tarde del turbio septiembre
En un sollozante acorde.
Así en la breve obertura de amor
Nos esfumamos de esta tierra
A través de paraísos hasta las puertas del cielo-
Y no fueron necesarios los juramentos de amor eterno
Ni los besos del azul y mágico crimen.
RESIGNACIÓN
Abrázame maternal y suave,
y muéstrame el reino celeste,
Tú noche soñadora;
Y haz descansar mis pesares,
~ Ocultos en tu regazo ~
Sobre rosas y sobre hojas de plata
En el profundo polvo de la tierra.
En la luz crepuscular, en el brillo crepuscular
Se pulverizan tus ensueños
En la suntuosidad azul de las nubes.
Me preparo para la batalla del día.
Y ansío la noche eterna.
Para derretirme silenciosamente en el rojo de la tarde,
En tu brazo de salvador, muerte.
Abrázame maternal y suave,
y muéstrame el reino celeste,
Tú noche soñadora;
Y haz descansar mis pesares,
~ Ocultos en tu regazo ~
Sobre rosas y sobre hojas de plata
En el profundo polvo de la tierra.
En la luz crepuscular, en el brillo crepuscular
Se pulverizan tus ensueños
En la suntuosidad azul de las nubes.
Me preparo para la batalla del día.
Y ansío la noche eterna.
Para derretirme silenciosamente en el rojo de la tarde,
En tu brazo de salvador, muerte.
VIENE LA NOCHE
Viene la noche y me sumerjo en las estrellas,
Para no olvidar en el alma el camino a casa
Pues se enlutó hace mucho tiempo mi pobre país.
Descansan nuestros corazones emparentados de amor,
Emparejados en una cáscara:
Blancas almendras-
Sé que tienes, como antes, mi mano
Encantada en la eternidad de la lejanía...
Ah, mi alma crujió cuando me lo confesó tu boca.
Viene la noche y me sumerjo en las estrellas,
Para no olvidar en el alma el camino a casa
Pues se enlutó hace mucho tiempo mi pobre país.
Descansan nuestros corazones emparentados de amor,
Emparejados en una cáscara:
Blancas almendras-
Sé que tienes, como antes, mi mano
Encantada en la eternidad de la lejanía...
Ah, mi alma crujió cuando me lo confesó tu boca.
A GISELHEER REY
Estoy tan solaOjalá encontraras la sombra De un corazón dulce.
O alguienMe regalara una estrella
Siempre lo cogíanLos ángeles al vuelo
Así, de un lado a otro.
Tengo miedo
De la tierra negra
¿Cómo puedo salir?
Desearía ser enterrada
En las nubes,
Dondequiera que crezca el sol,
Te quiero tanto
¿Tú a mí también?
Dímelo entonces...
EN TIERRAS EXTRAÑAS
Oigo el susurro del río
En el bosque, aquí y allá,
En el bosque, en el susurro,
Y no sé dónde me encuentro.
En la soledad sus cantos
Entonan los ruiseñores,
Parecen querer decir algo
De aquel hermoso pasado.
Vuela el brillo de la luna
y me parece que abajo
Veo el palacio en el valle,
Pero no, ¡si está tan lejos!
Es como si en el jardín
Con sus rosas rojas, blancas,
Fuera a esperarme mi amada
Que murió hace tantos años.
Oigo el susurro del río
En el bosque, aquí y allá,
En el bosque, en el susurro,
Y no sé dónde me encuentro.
En la soledad sus cantos
Entonan los ruiseñores,
Parecen querer decir algo
De aquel hermoso pasado.
Vuela el brillo de la luna
y me parece que abajo
Veo el palacio en el valle,
Pero no, ¡si está tan lejos!
Es como si en el jardín
Con sus rosas rojas, blancas,
Fuera a esperarme mi amada
Que murió hace tantos años.
LA FLOR NOCTURNA
La noche es como un mar en calma,
Dicha y pena y lamentos de amor
Se acercan de manera tan confusa
En la suave oleada.
Los deseos son como las nubes,
Navegan por los espacios silenciosos,
¿Quién reconoce en el ligero viento
Si son sueños o pensamientos?
-Aunque cierre boca y corazón,
Que tan gustosos a las estrellas se lamentan:
Callada en el fondo del almaQueda la suave oleada.
La noche es como un mar en calma,
Dicha y pena y lamentos de amor
Se acercan de manera tan confusa
En la suave oleada.
Los deseos son como las nubes,
Navegan por los espacios silenciosos,
¿Quién reconoce en el ligero viento
Si son sueños o pensamientos?
-Aunque cierre boca y corazón,
Que tan gustosos a las estrellas se lamentan:
Callada en el fondo del almaQueda la suave oleada.
SALUDO NOCTURNO
De noche pasamos por la costa
De la que me marché hace tantos años.
Allí está la casa de mi amada, donde fuimos felices.
¡Que Dios la ampare!
Cantan aún en el jardín los ruiseñores
Como en aquellos días hermosos y tranquilos.
¿Cuál será ahora su queja?
Por mí no pregunta nadie.
Cuando antaño el tilo estaba en flor
Salías a mi espera, hace ya tantos años -
,He de pasar de largo.¡Que Dios te ampare!
De noche pasamos por la costa
De la que me marché hace tantos años.
Allí está la casa de mi amada, donde fuimos felices.
¡Que Dios la ampare!
Cantan aún en el jardín los ruiseñores
Como en aquellos días hermosos y tranquilos.
¿Cuál será ahora su queja?
Por mí no pregunta nadie.
Cuando antaño el tilo estaba en flor
Salías a mi espera, hace ya tantos años -
,He de pasar de largo.¡Que Dios te ampare!
JUNTO AL TIL
O¿Vuelvo a verte, árbol querido,
En cuyos tempranos brotes, siendo joven
Y en un bello sueño de primavera
Hendí el nombre de mi primer amor?
¡Cómo ha cambiado desde entonces la curva de tus ramas!
Al crecer y endurecerse el tronco
Desaparecieron esos rasgos tan queridos,
Así como su amor y las horas de dicha!
He crecido en silencio, como tú,
Y nada en mí quería detenerse,
Mas mi herida creció -y no cicatrizó,
Y no se cerrará ya nunca aquí en la tierra.
O¿Vuelvo a verte, árbol querido,
En cuyos tempranos brotes, siendo joven
Y en un bello sueño de primavera
Hendí el nombre de mi primer amor?
¡Cómo ha cambiado desde entonces la curva de tus ramas!
Al crecer y endurecerse el tronco
Desaparecieron esos rasgos tan queridos,
Así como su amor y las horas de dicha!
He crecido en silencio, como tú,
Y nada en mí quería detenerse,
Mas mi herida creció -y no cicatrizó,
Y no se cerrará ya nunca aquí en la tierra.
EN OTOÑO
El bosque se vuelve amarillento, las hojas caen,
¡Qué soledad y silencio en todas partes!
Sólo los riachuelos corren por los hayedos
Con un suave susurro, como en sueños,
Y suenan las campanas vespertinas
Muy lejos de los lindes del bosque.
¿Por qué queréis atraerme de modo tan salvaje
En esta soledad?Estas campanas suenan
Como aquellas de la plácida infancia -
Asustado me vuelvo,
¡Ah, qué lejos están los que me aman!
¡Estallad, viejos cantos,
Rompedme el corazón!
Saludo una vez más desde tierras lejanas
Aquello por lo que siento afecto.
Yo, en cambio, sucumbo de melancolía
Cual si fuera a morir.
El bosque se vuelve amarillento, las hojas caen,
¡Qué soledad y silencio en todas partes!
Sólo los riachuelos corren por los hayedos
Con un suave susurro, como en sueños,
Y suenan las campanas vespertinas
Muy lejos de los lindes del bosque.
¿Por qué queréis atraerme de modo tan salvaje
En esta soledad?Estas campanas suenan
Como aquellas de la plácida infancia -
Asustado me vuelvo,
¡Ah, qué lejos están los que me aman!
¡Estallad, viejos cantos,
Rompedme el corazón!
Saludo una vez más desde tierras lejanas
Aquello por lo que siento afecto.
Yo, en cambio, sucumbo de melancolía
Cual si fuera a morir.
CON MOTIVO DE LA LLEGADA DE UN AMIGO
Oh, amigo mío, el de las largas piernas,
El de las largas piernas de progreso.
¿Por qué a París tan azorado vienes?
¿Qué hay tras el Rhin de nuevo?
¿Ha sonado por fin en nuestra patria
De libertad el salvador acento?-
Todo va a maravilla: en nuestra patria
Hay paz fecunda, bendición del cielo;
Y Alemania, con pie firme y seguro,
Con pacíficos medios,
En lo exterior y en lo interior su vida,
Poco a poco, con calma, va extendiendo.
Prósperos somos, sí; no la de Francia
Prosperidad superficial tenemos,
Donde la libertad va destrozando
El exterior progreso:
Su libertad el alemán no lleva
Sino de su alma en los profundos senos.
Ya acabóse la iglesia de Colonia;
De Hohenzollern al linaje excelso
Debemos tal merced; Halzbourgo un poco
Contribuyó a tal hecho,
Y un rey de Wittelsbach fue el encargado
De hacer pintar los vidrios con esmero.
Leyes, constitución y libertades,
Con palabra del Rey nos prometieron,
Y del Rey la palabra soberana
Joya es de tanto precio,
Cual de los Niebelungos el tesoro
Que del Rhin enterrado está en el lecho.
El libre Rhin, el Bruto de los ríos,
Que nadie ha de robarnos en su anhelo,
Los holandeses graves lo sostienen
Por las plantas sujeto,Y los suizos pacíficos lo guardan
Por la altiva cabeza prisionero.
Dios también una flota nos regala;
De una armada alemana, ya hablaremos;
Y la sobra de vida de la patria
Ya sobre barcos nuestrosSe extenderá gallarda y altanera,
De corrección las casas suprimiendo.
Llegó la primavera; la flor brota,
Los gérmenes estallan ante el viento;
Respiremos pacíficos y libres,
De la naturaleza libre en medio;
Y como nuestros libros se prohíben
Antes de estar impresos,
Seguramente dejará bien pronto
La censura cruel de ser un hecho.
Oh, amigo mío, el de las largas piernas,
El de las largas piernas de progreso.
¿Por qué a París tan azorado vienes?
¿Qué hay tras el Rhin de nuevo?
¿Ha sonado por fin en nuestra patria
De libertad el salvador acento?-
Todo va a maravilla: en nuestra patria
Hay paz fecunda, bendición del cielo;
Y Alemania, con pie firme y seguro,
Con pacíficos medios,
En lo exterior y en lo interior su vida,
Poco a poco, con calma, va extendiendo.
Prósperos somos, sí; no la de Francia
Prosperidad superficial tenemos,
Donde la libertad va destrozando
El exterior progreso:
Su libertad el alemán no lleva
Sino de su alma en los profundos senos.
Ya acabóse la iglesia de Colonia;
De Hohenzollern al linaje excelso
Debemos tal merced; Halzbourgo un poco
Contribuyó a tal hecho,
Y un rey de Wittelsbach fue el encargado
De hacer pintar los vidrios con esmero.
Leyes, constitución y libertades,
Con palabra del Rey nos prometieron,
Y del Rey la palabra soberana
Joya es de tanto precio,
Cual de los Niebelungos el tesoro
Que del Rhin enterrado está en el lecho.
El libre Rhin, el Bruto de los ríos,
Que nadie ha de robarnos en su anhelo,
Los holandeses graves lo sostienen
Por las plantas sujeto,Y los suizos pacíficos lo guardan
Por la altiva cabeza prisionero.
Dios también una flota nos regala;
De una armada alemana, ya hablaremos;
Y la sobra de vida de la patria
Ya sobre barcos nuestrosSe extenderá gallarda y altanera,
De corrección las casas suprimiendo.
Llegó la primavera; la flor brota,
Los gérmenes estallan ante el viento;
Respiremos pacíficos y libres,
De la naturaleza libre en medio;
Y como nuestros libros se prohíben
Antes de estar impresos,
Seguramente dejará bien pronto
La censura cruel de ser un hecho.
LA BARCA
¡Carcajadas y canciones!
Los rayos del claro sol
Sobre las aguas derraman
Su sonriente fulgor:
Alegre barca las ondas
Mecen con su oscilación;
Con mis amigos mejores
Sentado en ella voy yo.
Choca la barca, deshecha
En mil trozos por el mar.
Eran malos nadadores
Mis amigos, por su mal,
Y en las rocas de la patria
Se vinieron a estrellar.
A mí a los bordes del Sena
Me llevó la tempestad.
Otra vez los mares cruzo
Sobre nueva embarcación:
Nuevos amigos contemplo
Girar a mi alrededor:
De extraños mares me arrulla
La melancólica voz.
¡Qué lejos está mi patria!¡
Qué triste mi corazón!¡
Canción nueva, y nuevas risas!
Silba el viento con afán:
Cruje herido el maderamen,
Que bate iracundo el mar.
Ya el postrer astro en el cielo
Extinguió su claridad.
¡Qué triste que está mi pecho!
¡Qué lejos mi patria está!
¡Carcajadas y canciones!
Los rayos del claro sol
Sobre las aguas derraman
Su sonriente fulgor:
Alegre barca las ondas
Mecen con su oscilación;
Con mis amigos mejores
Sentado en ella voy yo.
Choca la barca, deshecha
En mil trozos por el mar.
Eran malos nadadores
Mis amigos, por su mal,
Y en las rocas de la patria
Se vinieron a estrellar.
A mí a los bordes del Sena
Me llevó la tempestad.
Otra vez los mares cruzo
Sobre nueva embarcación:
Nuevos amigos contemplo
Girar a mi alrededor:
De extraños mares me arrulla
La melancólica voz.
¡Qué lejos está mi patria!¡
Qué triste mi corazón!¡
Canción nueva, y nuevas risas!
Silba el viento con afán:
Cruje herido el maderamen,
Que bate iracundo el mar.
Ya el postrer astro en el cielo
Extinguió su claridad.
¡Qué triste que está mi pecho!
¡Qué lejos mi patria está!
LA DIANA
Bate sin miedo el tambor,
Y abraza a la cantinera:
He aquí la ciencia entera;
Esta, del libro mejor,
Es la acepción verdadera.
Que de tu tambor el ruido
Despierte al mundo dormido:
Toca con ardor diana.
¡Adelante, siempre erguido
!Es la ciencia soberana.
De Hegel es el profundo
Sentido más acabado;
Lo aprendí, y está probado:
Soy un muchacho de mundo,
Y un tambor aprovechado.
Bate sin miedo el tambor,
Y abraza a la cantinera:
He aquí la ciencia entera;
Esta, del libro mejor,
Es la acepción verdadera.
Que de tu tambor el ruido
Despierte al mundo dormido:
Toca con ardor diana.
¡Adelante, siempre erguido
!Es la ciencia soberana.
De Hegel es el profundo
Sentido más acabado;
Lo aprendí, y está probado:
Soy un muchacho de mundo,
Y un tambor aprovechado.
EL CONSENSO PÚBLICO
¿No es más bella la vida de mi corazón
desde que amo? ¿Por qué me distinguíais más
cuando yo era más arrogante y arisco,
más locuaz y más vacío?
¡Ah! La muchedumbre prefiere lo que se cotiza,
las almas serviles sólo respetan lo violento.
Únicamente creen en lo divinoaquellos que también lo son.
¿No es más bella la vida de mi corazón
desde que amo? ¿Por qué me distinguíais más
cuando yo era más arrogante y arisco,
más locuaz y más vacío?
¡Ah! La muchedumbre prefiere lo que se cotiza,
las almas serviles sólo respetan lo violento.
Únicamente creen en lo divinoaquellos que también lo son.
A LAS PARCAS
Dadme un estío más, oh poderosas,
y un otoño, que avive mis canciones,
y así, mi corazón, del dulce juegos
aciado, morirá gustosamente.
El alma, que en el mundo vuestra ley
divina no gozó, pene en el Orco;
mas si la gracia que ambiciono logra
mi corazón, si vives, poesía,
¡sé bien venido, mundo de las sombras
!Feliz estoy, así no me acompañen
los sones de mi lira, pues por fin
como los dioses vivo, y más no anhelo.
Dadme un estío más, oh poderosas,
y un otoño, que avive mis canciones,
y así, mi corazón, del dulce juegos
aciado, morirá gustosamente.
El alma, que en el mundo vuestra ley
divina no gozó, pene en el Orco;
mas si la gracia que ambiciono logra
mi corazón, si vives, poesía,
¡sé bien venido, mundo de las sombras
!Feliz estoy, así no me acompañen
los sones de mi lira, pues por fin
como los dioses vivo, y más no anhelo.
EDADES DE LA VIDA
¡Oh, urbes del Eufrates!
¡Oh, calles de Palmira!
¡Oh, bosques de columnas sobre el llanto desierto!
¿Qué sois?
De vuestras coronas,
al haber traspasado los límitesde aquellos que respiran,
por el humo de los diosesy su fuego fuisteis despojadas;
pero sentado ahora bajo nubes ( cada
cual reposando en su propia quietud)
bajo robles hospitalarios, en
la umbría donde pacen los corzos,
extrañas se me hacen y muertaslas almas venturosas.
¡Oh, urbes del Eufrates!
¡Oh, calles de Palmira!
¡Oh, bosques de columnas sobre el llanto desierto!
¿Qué sois?
De vuestras coronas,
al haber traspasado los límitesde aquellos que respiran,
por el humo de los diosesy su fuego fuisteis despojadas;
pero sentado ahora bajo nubes ( cada
cual reposando en su propia quietud)
bajo robles hospitalarios, en
la umbría donde pacen los corzos,
extrañas se me hacen y muertaslas almas venturosas.
A LAS PARCAS
Dadme un estío más, oh poderosas,
y un otoño, que avive mis canciones,
y así, mi corazón, del dulce juegos
aciado, morirá gustosamente.
El alma, que en el mundo vuestra ley
divina no gozó, pene en el Orco;
mas si la gracia que ambiciono logra
mi corazón, si vives, poesía,
¡sé bien venido, mundo de las sombras
!Feliz estoy, así no me acompañen
los sones de mi lira, pues por fin
como los dioses vivo, y más no anhelo.
Dadme un estío más, oh poderosas,
y un otoño, que avive mis canciones,
y así, mi corazón, del dulce juegos
aciado, morirá gustosamente.
El alma, que en el mundo vuestra ley
divina no gozó, pene en el Orco;
mas si la gracia que ambiciono logra
mi corazón, si vives, poesía,
¡sé bien venido, mundo de las sombras
!Feliz estoy, así no me acompañen
los sones de mi lira, pues por fin
como los dioses vivo, y más no anhelo.
A DIOTIMA (2)
¡Bella vida! Tú vives, como leve brote de invierno,
en este mundo agostado sola y callada floreces.
Aire ansías, y luz, primavera que vierta su tibio resplandor, cuando buscas la infancia del mundo.
Ya tu sol, ya tu tiempo feliz se ha ocultado,
y en la noche glacial sólo hay fragor de huracanes.
¡Bella vida! Tú vives, como leve brote de invierno,
en este mundo agostado sola y callada floreces.
Aire ansías, y luz, primavera que vierta su tibio resplandor, cuando buscas la infancia del mundo.
Ya tu sol, ya tu tiempo feliz se ha ocultado,
y en la noche glacial sólo hay fragor de huracanes.
HUIDA DE LA JUVENTUD
El estío, cansado, inclina la cabeza
para verse surgir, amarillo, del lago.
Hago mi camino cansado y polvoriento
por las alamedas en penumbra.
El viento titubea y corre entre los álamos.
A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer.
Delante de mí tengo el miedo de la noche.
Y crepúsculo. Y muerte.
Hago mi camino cansado y polvoriento,
y detenida y dudosa queda tras de mí l
a juventud, que baja su hermosa cabeza
y se niega a acompañarme.
El estío, cansado, inclina la cabeza
para verse surgir, amarillo, del lago.
Hago mi camino cansado y polvoriento
por las alamedas en penumbra.
El viento titubea y corre entre los álamos.
A mis espaldas, el cielo empieza a enrojecer.
Delante de mí tengo el miedo de la noche.
Y crepúsculo. Y muerte.
Hago mi camino cansado y polvoriento,
y detenida y dudosa queda tras de mí l
a juventud, que baja su hermosa cabeza
y se niega a acompañarme.
EN LA NIEBLA
¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.
Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.
¡Qué extraño es vagar en la niebla
!Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
¡Qué extraño es vagar en la niebla!
En soledad piedras y sotos.
No ve el árbol los otros árboles.
Cada uno está solo.
Lleno estaba el mundo de amigos
cuando aún mi cielo era hermoso.
Al caer ahora la niebla
los ha borrado a todos.
¡Qué extraño es vagar en la niebla
!Ningún hombre conoce al otro.
Vida y soledad se confunden.
MONTAÑAS EN LA NOCHE
El lago se ha extinguido,
oscuro duerme el cañaveral
murmurando en el sueño.
Sobre el campo extendidas alargadas montañas amenazan.
No reposan.
Hondamente respiran,
se mantienen unidas unas contra otras.
Respirando hondamente,
llenas de oscuras fuerzas,
irredentas en su pasión devoradora.
El lago se ha extinguido,
oscuro duerme el cañaveral
murmurando en el sueño.
Sobre el campo extendidas alargadas montañas amenazan.
No reposan.
Hondamente respiran,
se mantienen unidas unas contra otras.
Respirando hondamente,
llenas de oscuras fuerzas,
irredentas en su pasión devoradora.
NOCHE DEL TEMPRANO ESTÍO
El cielo tormentoso,
y un tilo en el jardín,
en pie, tiembla.
Es tarde ya.
Un pálido relámpago
vemos en el estanque
permanecer, con ojos
grandes, humedecidos.
Las flores se mantienen
en tallo fluctuante
y afiladas guadañas
se acercan más y más.
El cielo tormentoso
trae un aire pesado.
Mi chica se estremece:
«¿Lo sientes tú también?»
El cielo tormentoso,
y un tilo en el jardín,
en pie, tiembla.
Es tarde ya.
Un pálido relámpago
vemos en el estanque
permanecer, con ojos
grandes, humedecidos.
Las flores se mantienen
en tallo fluctuante
y afiladas guadañas
se acercan más y más.
El cielo tormentoso
trae un aire pesado.
Mi chica se estremece:
«¿Lo sientes tú también?»
VIDA DE UNA FLOR
Por la verde ronda de hojas ya se asoma
con temor infantil, y apenas mirar osa;
siente las ondas de luz que la cobijan,
y el azul incomprensible del cielo y del Verano.
Luz, viento y mariposas la cortejan; abre,
con la primera sonrisa, su ansioso corazón
hacia la vida, y aprende a entregarse,
como todo ser joven, a los sueños.
Más ahora ríe toda, arden sus colores
y en su cáliz asoma ya el dorado polen;
aprende a sentir el calor del mediodía y,
agotada, se inclina al lecho de hojas por la tarde.
Labios de mujer madura con sus bordes,
donde las líneas tiemblan por la edad ya presentida.
cálida florece al fin su risa, en cuyo fondo
amarga caducidad y hastío anidan.
Pero ya se ajan y reducen los pétalos,
ya cuelgan pesadamente sobre las semillas.
Palidecen los colores como espectros:
el gran secreto envuelve ya a la moribunda.
Por la verde ronda de hojas ya se asoma
con temor infantil, y apenas mirar osa;
siente las ondas de luz que la cobijan,
y el azul incomprensible del cielo y del Verano.
Luz, viento y mariposas la cortejan; abre,
con la primera sonrisa, su ansioso corazón
hacia la vida, y aprende a entregarse,
como todo ser joven, a los sueños.
Más ahora ríe toda, arden sus colores
y en su cáliz asoma ya el dorado polen;
aprende a sentir el calor del mediodía y,
agotada, se inclina al lecho de hojas por la tarde.
Labios de mujer madura con sus bordes,
donde las líneas tiemblan por la edad ya presentida.
cálida florece al fin su risa, en cuyo fondo
amarga caducidad y hastío anidan.
Pero ya se ajan y reducen los pétalos,
ya cuelgan pesadamente sobre las semillas.
Palidecen los colores como espectros:
el gran secreto envuelve ya a la moribunda.
Mariposa
Qué bello más alláestá pintado en tu polvo.
A través del núcleo de la llama de la tierra,
a través de tu chal de piedrahas sido ofrecida,
red de despedida en la medida del pasado.
Mariposa¡a todos los seres buenas noches!
las importancias de vida y muerte
se hunden con tus alassobre la rosa abajo
que se marchita con el arco de luz que madura hacia casa.
Qué bello más alláestá pintado en tu polvo.
Qué signo realen el secreto del aire.
Qué bello más alláestá pintado en tu polvo.
A través del núcleo de la llama de la tierra,
a través de tu chal de piedrahas sido ofrecida,
red de despedida en la medida del pasado.
Mariposa¡a todos los seres buenas noches!
las importancias de vida y muerte
se hunden con tus alassobre la rosa abajo
que se marchita con el arco de luz que madura hacia casa.
Qué bello más alláestá pintado en tu polvo.
Qué signo realen el secreto del aire.
Puesto que tú...
Puesto que tú
bajo el pie te
das a luz la constelación alada de la huida
arroja un puñado de fuego en tu boca.
Oh palabra de amor encerrad
atú sol ardiente
en la rueda de la noche.
Oh mi sol
yo dentro te modelo
en mi amor casa de la estrella en ocaso
en el refugio de mis golpes de aliento
de esta bandada de suicidios sin ruido.
Muerde mi luzcon el océano, des guarecida huida de sal
aspira clientela del viento
desde el paisaje surgiendo del alma.
Con labios en la piedra de la oración
beso de por vida muerte,
hasta que la cantarina esperma de oro
rompa la roca de la separación.
Puesto que tú
bajo el pie te
das a luz la constelación alada de la huida
arroja un puñado de fuego en tu boca.
Oh palabra de amor encerrad
atú sol ardiente
en la rueda de la noche.
Oh mi sol
yo dentro te modelo
en mi amor casa de la estrella en ocaso
en el refugio de mis golpes de aliento
de esta bandada de suicidios sin ruido.
Muerde mi luzcon el océano, des guarecida huida de sal
aspira clientela del viento
desde el paisaje surgiendo del alma.
Con labios en la piedra de la oración
beso de por vida muerte,
hasta que la cantarina esperma de oro
rompa la roca de la separación.
2 comentarios:
este blog esta muy bacano parceros los felicito
muy bonito el blog, se ve que le han trabajado al tema de los widgets, me gusta la forma en que combinan biografías con imágenes...
pero ocurre lo mismo que con el de poetas franceses, muchos poemas que me transmiten muy poco de ustedes y que bien podría leer de un libro, me gustaría saber que opinan de los poemas, del contenido de SU blog -que es bastante interesante pero faltan ustedes-
mil abrazos, ha de ser algo duro encontrar tantos poemas de tantos autores, éxitos
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